Hola a todos.
No pues ahora si que estamos jodidos. Imagínense, después de unas ricas vacaciones, luego luego a hacer exámenes [inches culeros]. Y eso no es lo peor, pues el primer examen fue el de
Economía Industrial, con
Francisco Pérez Soto [alias el T-rex], y el es el típico maestro
WEBON, ya verán por que.
Este peculiar personaje, llega todos los Lunes y Viernes a las
9:25 de la mañana cuando la clase es a las 9:00, eso es pasable, pues nos da chance de comer, despejar la mente, fumarnos el tabaquito, o simplemente pajarear.
Bueno le cómico de esto changuito es que, llega al salón, observa a los alumnos con cara de: “inche bola de monitos cilindreros me fueron a tocar” y sale con su clasiquísima frase de:
Pérez Soto: Pues bien… si son tan amables de guardar silencio…
[Ahí es cuando todos, no quedamos con cara de: inche pendejo ya empezó, y guardamos silencio para ver que tarugada sale de su boca]
Pérez Soto: Si no hubiera ninguna duda…
[Y todo mundo callado…]
Pérez Soto: Pues bueno… en ese caso…. empecemos con la clase…
En ese momento busca en las bolsas de sus jeans, un marcador, que le mismo sabe que no tiene [ah! Porque para esto el wey ni portafolio trae, ni siquiera una bolsita de sándwich], y es ahí cuando sale con otra de sus famosísimas frases.
Pérez Soto: Este… si alguien tuviera la gentileza de darme un plumón para dar la clase…
[¡Puta madre wey! Aparte de impuntual, lento para hablar, irresponsable. Y luego dicen que el alumno se vuelve alcohólico por culpa de la novia]
Después de que el buen Mario le presta el plumón ultra secreto del Maestro de Desarrollo Regional, empieza con sus derivadas e integrales de las cuales parece saber algo [eso si que no se discute].
Lo cómico vuelve cuando el espacio en el pizarrón se acaba, pues vuelve a salir con sus mamadas.
Pérez Soto: A ver atención… si por favor guardan silencio… si alguien tuviera la gentileza… de prestarme un borrador…
[El silencio incomodo]
Pérez Soto: … Un papel de Baño… algo con que borrar…
Pero bueno, por obra del espíritu santo alguien aparece con la servilleta de la torta y se la da para que borre sus garabatos en el pizarrón.
Después de que acabamos los ejercicios de su clase de 15 minutos, sale con sus inches cuantos de su maldito rancho.
Pérez Soto: Pues jóvenes… esto les puede servir… haber si guardan silencio por favor… gracias… como les estaba diciendo… esto les puede servir para elevar la productividad de los productos agrícolas… pues como ya algunos sabrán… yo vengo de un pequeño pueblito… el cual gracias a mi esta exportando granos y todos esas cosas…
[¡No mames! Ya ni el
Chalpatlahualc del Erasmos Catarino, si esta tan chingón tu pueblo porque no te quedas por haya a arar las tierras y hacerle competencia a los de las pizcas de Algodón]
Y así es todas las clases…
Y no crean que no hemos hacho nada para sacarlo de la escuela, pero cada vez que le dan un citatorio para que responda por todas las
quejas que le dan la administración por su culpa, el canijo se hace bien pende…
Ahora ya saben porque mi enojo de que el primer examen fuera el de este monito, pues todavía llega al salón y se da el lujo de darnos el examen y poner cosas que,
ni son del curso [pero por fortuna ya vimos], y
ni vimos bien en clase.
Así que desde el aljonjolí de todos los moles pongo en alto mi queja contra el Pérez Soto, esperando que alguien lo lea y cuando vea a Pérez Soto caminar por la calle
le miente la madre.
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